Tras la apertura de un nuevo negocio, y una vez “resueltos” los aspectos propios de un proceso de emprendimiento (el desarrollo, puesta en marcha y seguimiento del plan de negocio, los trámites administrativos y fiscales, la adquisición inicial de recursos, etc.), toda empresa necesita madurar y consolidar lo realizado, mediante un reforzamiento de sus bases y estructuras de gestión para el crecimiento/sostenimiento del negocio.
A partir de ese momento se requiere de la integración de elementos de gestión que favorezcan la evolución hacia el concepto sistémico de empresa. Esta jornada tiene como objetivo trasladar los aspectos básicos que permiten la iniciación a una gestión avanzada como soporte para el crecimiento.