Montserrat Reyes Cilleza, directora gerente de Andalucía Emprende

Fuente: Diario SUR

La directora gerente de la fundación pública Andalucía Emprende, Montserrat Reyes, reivindica el emprendimiento como un derecho ciudadano y recuerda que la innovación «no entiende de género ni de territorios», por lo que destaca el papel «clave» que jugará la Ley de Fomento del Emprendimiento, destinada a garantizar la igualdad de oportunidades y a coordinar las iniciativas andaluzas.

¿Qué diagnóstico hace del tejido empresarial andaluz?
Ahora muchas comunidades autónomas se han dado cuenta de que el emprendimiento es clave para cambiar su modelo productivo y reducir el impacto de situaciones como las que hemos pasado durante la crisis, pero en Andalucía no es una novedad. Se empezó a trabajar y a invertir desde el sector público hace más de quince años. Eso permite ahora, a diferencia de otras comunidades, tener una estructura de apoyo al tejido empresarial
de más de 300 puntos. Se ha generado una masa crítica y emprendedora que ha situado a Andalucía como la primera comunidad en iniciativa emprendedora, como constató el informe internacional GEM el año pasado. Con ese trabajo hecho, tenemos el instrumento perfecto para sacar provecho de todas las oportunidades que surjan.

¿Qué papel jugará la Ley Andaluza de Fomento del Emprendimiento?
La ley permitirá aprovechar ese ecosistema emprendedor para trabajar de una forma más coordinada. Lo más importante es que considera el emprendimiento como un derecho ciudadano. Hay muchas iniciativas públicas y privadas que trabajan de forma dispersa en el talento y la innovación. La ley regula esas iniciativas y permite su coordinación, además de garantizar la igualdad, porque el emprendimiento no entiende de género ni de territorios ni de capacidad económica. La ley permite que, con independencia de la situación personal de cada uno, sea posible llevar a cabo una idea o una buena iniciativa. Eso es básico para el desarrollo económico de una comunidad y para el modelo político que representa el Gobierno andaluz. A eso le sumamos el tejido asociativo privado, emprendedores, universidades… Y el ecosistema emprendedor se multiplicará por tres de forma coordinada y organizada.

Oportunidades
Con la crisis apareció el emprendimiento de necesidad.

El emprendedor que surge por necesidad tiene un índice de supervivencia empresarial mucho menor que el emprendedor que sale por oportunidad o convicción. El 80 por ciento de las personas que acuden a nuestros centros lo hacen porque están seguros de que su idea tiene futuro, no por necesidad, pero es cierto que tenemos una asignatura pendiente. Nuestro trabajo es hacer del emprendimiento un derecho, y ese objetivo pasa por la estabilización y la permanencia de las empresas. Hay que consolidar esos proyectos y permitir su crecimiento. Cuando hablamos de emprendimiento tendemos a pensar en una persona joven que tiene una iniciativa que quiere poner en marcha, y eso es una parte importante de nuestro tejido, pero también hay pymes y micropymes que consideran que tienen que innovar de forma permanente para garantizar su crecimiento. Por eso en Andalucía Emprende damos dos tipos de premio: a la iniciativa emprendedora y a las empresas consolidadas. El emprendimiento debe formar parte de las empresas durante toda su vida. Es el camino del crecimiento.

¿Qué posición ocupa Andalucía en cuanto a iniciativa emprendedora?
El informe GEM, que se realiza todos los años a nivel nacional y está marcado por una iniciativa europea, situó a Andalucía el año pasado como primera comunidad autónoma en iniciativa emprendedora. Un año antes estaba en la tercera posición.

¿Qué servicio ofrecen los cerca de 300 CADE?
Es la joya de la corona del emprendimiento en Andalucía. Están ubicados por todo el territorio andaluz de forma estratégica, para que no se beneficien sólo las grandes ciudades, sino también las zonas rurales. En el último año hemos creado centros en las universidades públicas. Son nuestro gran baluarte. Y los trabajadores son clave porque se convierten en tutores de los proyectos y de las empresas que se incuban en estos centros. Prestan servicio y crean oportunidades; los trabajadores asesoran para que haya un proyecto competitivo antes de darse de alta, para que exista cierta viabilidad, aunque no consideramos que el fracaso sea un desastre para los emprendedores. El problema es su frustración, por eso la preincubación es tan importante. Hay que analizar el sector, y ahí resulta fundamental el trabajo de estos centros. La gran parte de las iniciativas emprendedoras son ya internacionales, porque las nuevas tecnologías permiten la venta ‘online’ a cualquier parte del mundo, y hay que aprovechar esa circunstancia, porque antes la internacionalización era el último paso en el desarrollo de las empresas y ese terreno ya está ganado.

¿La modernización de la estructura productiva continúa siendo una cuenta pendiente en Andalucía?
Más que una cuenta pendiente, es una asignatura en la que estamos trabajando para aprobar con nota. La innovación no siempre está vinculada a la modernización tecnológica. Cualquier empresa tiene dos características, aunque sea una frutería o un proyecto de biomedicina; la innovación tecnológica, que abre muchas oportunidades, y la creatividad, porque hay que saber vender el valor añadido de cada empresa. Antes hablábamos del emprendimiento de necesidad y del emprendimiento de oportunidad. Este último es un emprendimiento innovador. La modernización es clave,y se está trabajando desde hace muchos años. A veces los ejemplos son más gráficos. ¿Por qué una empresa como Sony se ha fijado en Andalucía para que cinco de sus proyectos sean desarrollados en Sevilla y en Málaga? Porque aquí hay talento en el sector tecnológico. ¿Por qué Coca Cola ha elegido Andalucía para formar a más de 3.000 mujeres del ámbito rural dentro de su cadena de valores e incluso han pedido ampliar el proyecto? No son empresas que inviertan en perder dinero. Eligen Andalucía por su talento y por su potencial emprendedor.

¿Hay un perfil de demandante de servicios en Andalucía Emprende?, ¿y algunos sectores predominantes?
Llegan iniciativas emprendedoras de todo tipo de sectores, desde ingeniería de software hasta Bellas Artes, aunque los jóvenes menores de 40 años y cualificados con estudios superiores o medios, tecnológicamente formados, suponen el perfil mayoritario. Y el 42 por ciento de las iniciativas están impulsadas por mujeres. Eso es un gran salto cualitativo. Hemos trabajado mucho en el emprendimiento femenino.