Creada en 2015, Cocodrila Entertainment es una joven e innovadora startup de distribución cinematográfica comprometida con la cultura, los nuevos modelos de negocio y las nuevas tecnologías. Fundada por dos profesionales con dilatada experiencia en el sector de la comunicación, el cine, las relaciones internacionales, la gestión cultural y el marketing, en sus primeros pasos Cocodrila lanzó al mercado youfeelm, una plataforma de cine bajo demanda en salas que a través del “user empowerment” y de mecánicas de crowdfunding o preventa de entradas, usuarios, comunidades, organizaciones, cines y/o proveedores de contenido pueden organizar eventos con películas a la carta en la gran pantalla.
¿A qué se dedica la empresa?
En Cocodrila Entertainment trabajamos dos marcas comerciales; la primera y principal es youfeelm, una plataforma de cine bajo demanda en salas que hace posible ver la película que quieras en la gran pantalla. Aprovechando las sinergias generadas por youfeelm, creamos Cocodrila Films, un sello de distribución audiovisual que además de ofrecer los servicios tradicionales de una distribuidora, también ofrece otros servicios de valor añadido.
¿Qué tipo de productos/servicios ofrecéis y quiénes son vuestros clientes?
En el caso de youfeelm, ofrecemos eventos y proyecciones de cine en salas dirigidas a amantes del cine, comunidades, organizaciones, creadores, exhibidores, productoras y distribuidoras. En Cocodrila Films ofrecemos servicios de distribución, estrategia, promoción y comercialización de productos audiovisuales dirigidos a todo tipo de proveedores de contenido.
¿En qué se diferencia vuestro producto/servicio al que ofrecen otras empresas del sector?
Youfeelm es un concepto disruptivo en lo que respecta a la cadena de valor tradicional ya que pone en contacto directamente a la audiencia con las películas, democratizando la cartelera en una suerte de “cinecracia” participativa con la que los espectadores se convierten en programadores de cine. Por su parte, Cocodrila Films se convierte así en la primera distribuidora audiovisual con una plataforma de cine bajo demanda propia.
¿Cómo y cuándo surgió la idea?
La idea de nuestro primer proyecto (youfeelm) y germen de Cocodrila Entertainment, nace al otro lado del globo, en Australia, donde los dos socios nos conocimos mientras estudiábamos un posgrado. La universidad tenía una agencia de viajes sólo para alumnos y se encargaba de organizar vuelos bajo demanda (chárter) sólo cuando el avión estaba lleno. Se nos ocurrió aplicar ese mismo concepto a la proyección de películas en las salas de cine.
¿Qué os impulsó a emprender?
En una ocasión escuchamos esa frase que decía: “un emprendedor es aquella persona dispuesta a trabajar 80 horas a la semana, para no tener que trabajar 40” y define perfectamente nuestro impulso para emprender porque cuando lanzas algo tuyo, no pesan las horas y las satisfacciones son tantas (el crecimiento personal, la autorrealización, la independencia, etc) que compensan los rompecabezas que también supone el hecho de emprender.
¿Cómo os ha ayudado Andalucía Emprende y cómo valoráis su apoyo?
Desde Andalucía Emprende siempre han tenido abiertas sus puertas a nuestro proyecto y, más allá de la imprescindible incubación y alojamiento empresarial, se han preocupado de buscarnos siempre conexiones (a través de eventos y networking), orientación (a través de técnicos y mentores) así como cualquier ayuda bajo demanda que hemos podido solicitar.
¿Qué nuevos objetivos os habéis propuesto a partir de ahora?
Los objetivos de cara a este nuevo año pasan por varias líneas de actuación en ambas marcas. Por un lado consolidar el modelo de cine bajo demanda de youfeelm y seguir haciéndolo crecer tanto cuantitativa como cualitativamente. Respecto a Cocodrila Films, emprender proyectos relacionados con el audiovisual y la educación, así como convertir el sello en un proveedor de referencia para el circuito cultural de proyecciones de cine.
¿Qué consejos darías a las personas que están pensando en emprender en este sector?
Que no se precipiten ni todo lo contrario. Que no se les pase el tren pero que tampoco sean víctimas de la “parálisis por análisis”. Es relativamente sencillo y económico probar tu idea con un servicio piloto o un prototipo y si funciona, lanzarlo “a lo grande”. Una vez en marcha el consejo es que a pesar de las infinitas horas, del estrés, etc. que no descuiden la parte personal, ya que somos el motor de nuestros proyectos y debemos cuidarlo. ¡Ánimo, merece la pena!
