¿A qué se dedica A Cielo Abierto?
A Cielo Abierto es una apuesta por la dinamización de los espacios mineros sustentada en una visión endógena, interna y vinculada a conceptos como desarrollo local, identidad y bottom up, es decir, un enfoque ascendente (de abajo a arriba) que persigue la dinamización socioeconómica del territorio en el que se asienta mediante productos culturales.
¿Qué tipo de actividades ofrecéis y quiénes son vuestros clientes?
Ofrecemos productos culturales, tales como: visitas guiadas con interpretación histórica, rutas temáticas (históricas, geológicas, literarias), conciertos musicales en edificios históricos, recitales de poesía, paseos en barcos con interpretación paisajística de los muelles mineros, observación de estrellas y lunas en la mina y, en síntesis, una experiencia que genere cambios en consumidores de cultura.
¿Cómo surge la idea de empresa?
El proyecto surge ante la ausencia de ofertas culturales, de ocio y naturaleza y, principalmente, de servicios que generen cambios en la visión hacia los territorios con actividad minera. Su fundadora, Patricia Chapela, es historiadora y tiene un vínculo afectivo que se hunde en sus antepasados. De ahí, su visión particular y comprometida con la tierra.
¿Quién compone el equipo de A Cielo Abierto?
A Cielo Abierto fue creada por su fundadora, quien permanece de manera fija en la empresa que, a través de convenios de colaboración con la Universidad de Huelva, Andalucía Emprende y Telefónica, ha permitido la incorporación de diversos profesionales en disciplinas como informática, historia, periodismo, audiovisuales e ingenierías técnicas en periodos concretos.
Tras décadas de abandono, la minería deja paso a una nueva modalidad de turismo cultural. ¿Podemos hablar de creación de riqueza y empleo en el medio rural?
En efecto, en el turismo cultural, se ha logrado incorporar distintas modalidades de turismo como el industrial, de experiencia, verde o naturaleza y otros. En realidad, cualquier experiencia turística debería contener una esencia o identidad que, de algún modo, iniciara un cambio en el visitante. Ser capaz de transformar una visita en algo inolvidable es la máxima que se persigue desde esta iniciativa y confiamos en la generación de empleo, sobre todo indirecto, por el efecto multiplicador de las actividades patrimoniales.
¿Cómo os ha ayudado Andalucía Emprende y cómo lo valoráis?
Andalucía Emprende ha sido, en todo momento, un gran apoyo para esta iniciativa que comenzó siendo un proyecto con muchas inquietudes. Desde el principio, la idea fue acogida calurosamente y se ofreció desde el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE): formación específica, alojamiento empresarial, consultoría, además de ser propuesta como empresa innovadora y de gran valor para el territorio por el que trabaja.
Por último, ¿algún consejo para quien está pensando en emprender pero no termina de lanzarse?
Sentir, ser capaz de emocionarse con el proyecto que se emprende y confiar en sí mismo. Pedir ayuda a los profesionales del sector, escuchar y tener criterio. Nunca es negativo equivocarse, hay que entenderlo como parte del aprendizaje, y hay que mantener la ilusión, las ganas y la voluntad de generar cambios. No desfallecer y, sobre todo, creer que hay un horizonte más amable y mejor no muy lejos.