Pablo López, cofundador y director ejecutivo de Silbon.

Fuente: El Economista

«Ahora que no necesitamos financiación, todos los bancos nos llaman»

Con una escasa inversión inicial de 3.000 euros y con un mínimo de apoyo, Pablo López y Rafael Díaz, crearon Silbon, una marca de ropa que a día de hoy tiene una facturación cercana a 6 millones de euros. López, nos cuenta sus consejos para los nuevos emprendedores, así como su visión sobre las ayudas y los problemas de financiación que existen en la actualidad.

¿Cómo comenzó la empresa?

La empresa surgió como un hobbie, a los dos socios cofundadores, a día de hoy somos tres, nos apasionaba la moda, y en un momento de la vida vimos una oportunidad, Rafael empezó a trabajar en empresas de moda que estaban haciendo cosas interesantes en España, y yo (Pablo), comencé mi carrera financiera en la auditora en Deloitte, lo que conllevaba que necesitara un determinado estilo de ropa que me costaba mucho encontrar en el mercado a precios razonables, de ahí surge Silbon.

¿Qué dificultades tuvisteis?

La principal dificultad fue conseguir financiación. Durante un primer año como ‘hobbie’, conseguimos algunos recursos, pero aun así no eran suficientes. Tras tocar la puerta de muchos bancos sin éxito, recurrimos al CADE y de su mano conseguimos un crédito de ENISA, que fue lo que nos permitió arrancar con la primera tienda. A posteriori varios amigos se enamoraron de la firma y apostaron fuerte abriendo dos ‘franquicias’ que atendíamos como podíamos. Después tuvimos algunos socios locales que también nos ayudaron mucho. A día de hoy tenemos 11 tiendas propias, dos franquicias, dos tiendas con socios locales y nuestra tienda online que es «la joya de la corona», actualmente su peso sobre la facturación total alcanza el 24%.

¿Qué os diferencia respecto a otras marcas?

Somos una empresa que ha nacido prácticamente de la nada, inversión inicial 3.000 euros, y con un mínimo de apoyo hemos conseguido mucho, facturación 2017 cercana a seis millones, creo que los datos demuestran que detrás de todo hay una gran labor de gestión y sobre todo de optimización de recursos.

Respecto a nuestro estilo de ropa, empezamos muy enfocados al profesional, diferenciándonos del resto de marcas por darle un toque «actual y divertido» a esa ropa. A día de hoy hemos abierto mucho el abanico, llegando a un público más joven que demanda más moda.

Por último, somos una empresa muy comprometida con nuestro entorno, con una política de RSC muy activa.

¿Qué consejos daría a otros emprendedores que quieren iniciar su proyecto?

Si tienen un sueño, mucha ilusión y ganas de trabajar, que no dejen que nadie les ponga un «no» delante, y también muy importante, que no se lo pongan ellos sin antes intentar las cosas. A la sociedad española nos han enseñado que para emprender hay que ser genios, y esa es la principal barrera que entre todos tenemos que derribar.

¿Echan en falta ayudas de instituciones públicas para fomentar el emprendimiento?

La verdad es que no. Ayudas hay, el muchas o pocas creo que depende más del prisma con el que las mires. Estoy seguro que hay mucha gente que dice que no hay ayudas sin investigar. Nosotros somos un ejemplo de haber conseguido algunas que sin duda fueron claves para poder arrancar.

La financiación es uno de los mayores problemas. ¿Lo fue en su caso? ¿Cómo lo superaron?

Sí fue una barrera, pero a base de no rendirnos y buscar alternativas conseguimos superarla. Es curioso cómo funciona el sistema, ahora que no necesitamos la financiación todos los bancos nos llaman y nos abren sus puertas, y al inicio era todo lo contrario, pero así es el mercado, todo el mundo busca rentabilidad sin riesgo. Frente a eso sólo hay una formula, trabajo con convicción y mucho empeño.

¿Qué claves darían para conseguir una trayectoria como la suya?

Apostar por el mundo online desde los inicios, tener la suerte de dar con un capital humano excepcional, tener una capacidad de adaptación a los cambios del mercado, una política de expansión, una política de stock global y de RSC.