Cuando en 1998, Beatriz Peinado, junto a otros cuatro licenciados de distintas facultades y escuelas universitarias, se unieron para abordar su proyecto emprendedor y tuvieron los primeros contactos con la Escuela de Empresas Juncaril de Albolote (Granada), no podría imaginar que su tesón, su profesionalidad y su entusiasmo le iban a llevar a tener en sus manos las figuras mas emblemáticas de lo que posiblemente llegue a ser una de las maravillas del mundo: los leones de la fuente del patio del mismo nombre de la Alhambra de Granada.
Efectivamente, hace ahora 9 años, Beatriz decidió formar una cooperativa de trabajo asociado y supo de la existencia de un programa de la Junta de Andalucía que ayudaba, asesoraba y cedía naves para, entonces, los proyectos de Economía Social y se dirigió a la Escuela de Empresas situada en Albolote (Granada). Allí le ayudaron, junto a sus entonces futuros compañeros, a poner en marcha su proyecto y le cedieron una nave durante tres años.
Los comienzos, nos cuenta Beatriz, no fueron un camino de rosas: El principal problema, en contra de lo que podría parecer, fue la cohesión de un grupo de universitarios de distinta formación: Bien es cierto que los problemas de inicio los tenían solucionados por el apoyo de la Dirección General con las ayudas concedidas e indirectamente, por el recibido a través de la Escuela de Empresas; los problemas puramente empresariales (comerciales, financieros, etc) se iban aclarando conforme desarrollaban la actividad, pero el grupo humano no terminaba de encajar.
Con el tiempo, se vio que de aquel grupo inicial sólo tenia “madera emprendedora”, Beatriz, y se fueron descolgando los otros cuatro socios iniciales. Ella tuvo que buscar socios que quisieran compartir la aventura. Siempre tuvo claro su vocación cooperativista: su madre era socia de otra cooperativa de enseñanza y Beatriz tenía dentro el germen del cooperativismo.
A 2007, la cooperativa tiene tres socios trabajadores, Beatriz, Javier y Santiago; se dedica, como desde el principio, a la realización de intervenciones de conservación, restauración y rehabilitación de bienes muebles e inmuebles y de entornos urbanos de carácter histórico-artísticos; está totalmente consolidada y entre otros tiene en su currículo profesional las intervenciones en el Convento de Sta. Paula, la Iglesia de San Juan de los Reyes y la crecería de la Capilla Real en Granada, las iglesias de San Juan y San Felipe Neri en Málaga y el proyecto de conservación del Castillo de Santa Catalina en Jaén.
El año pasado a través de concurso con procedimiento abierto, el Patronato de la Alhambra de Granada les adjudicó la restauración de la fuente del Patio de los Leones del monumento nazarí, que como todos sabemos, es el rincón más emblemático del monumento granadino, aspiración que más de un restaurador consagrado quisiera para si.
Desde aquí nuestra mas sincera felicitación y ánimo para seguir en la línea actual.
