• Vigila el tiempo de exposición a los rayos solares y evita los periodos de máxima intensidad solar (entre las 12:00 y las 16:00 horas).
  • Usa cremas protectoras con filtros solares, utilizando siempre aquellas que posean un factor de protección alto en las primeras exposiciones.
  • Ingiere líquidos. Tras una exposición prolongada al sol, podemos deshidratarnos, por lo que es recomendable beber agua frecuentemente.
  • Renueva la aplicación del protector solar cada media hora, aunque el día esté nublado o te encuentres a la sombra, ya que los rayos ultravioleta son capaces de atravesar la capa de nubes y aunque su acción queda debilitada, al no existir “aparentemente” sol, las personas tienden a no usar protección y a permanecer más tiempo al aire libre.
  • Cúbrete la cabeza con un sombrero y usa gafas de sol.