Fuente: lavozdigital.es
De los tiempos de crisis surgen las grandes ideas que sustentan los imperios. Esa es la filosofía y la motivación de un grupo de emprendedores gaditanos que trabaja para sacar a flote una empresa tan arriesgada como novedosa. Nadie ha hecho lo que ellos hasta ahora no solo en Cádiz, sino en toda España. Su idea es comercializar un producto, un sabor tan gaditano, como el del erizo del mar, pero hacerlo todo el año. «Nuestra idea es que se puedan comer erizos en agosto», algo hasta ahora impensable por la limitación de veda que tiene su captura. ¿Y cómo se consigue esto?, pues «haciendo creer al erizo en agosto que está en Carnaval».
Los tres hombres que tratan de sacar adelante la idea trabajan desde hace meses sin horarios y sin ingresos, y lo hacen tanto desde el convencimiento de las posibilidades de negocio como desde la necesidad de buscar una salida laboral en un momento en el que los tres están en el paro. Dos de ellos, Manuel Rodríguez y Jesús Toledo, los ideólogos, salieron hace unos meses de Visteón, el otro, Alfonso Vidal, es licenciado en Ciencias del Mar. Es un riesgo y lo saben, pero creen tanto en su idea que están dispuestos a capitalizar su indemnización tras el despido para iniciar la empresa. De momento están visitando centros de cultivo, haciendo estudios de mercado, viendo naves en las que poder instalarse para empezar con el negocio y, sobre todo, elaborando un plan de empresa que les garantice que el proyecto es viable y que sirva para convencer a las administraciones de que merece la pena la apuesta. Por lo pronto tienen hasta principios de 2013 para constituirse como empresa, solo así podrán permanecer en la oficina que les ha cedido la Junta de Andalucía en el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) del Edificio Astarté. En ese momento se convertirá en «empresa en incubación» (en este momento es un proyecto preincubable) y podrá seguir contando con el asesoramiento de los técnicos de la administración pública.
De momento saben que el producto tendría una buena acogida, así se lo han hecho saber en los establecimientos hosteleros de la ciudad, que podrían ofrecer este manjar tan gaditano también en periodo de veda. Esto se conseguiría mediante un proceso en el que se controlan la temperatura, la luz y la salinidad. Esto aceleraría el que los erizos puedan alcanzar los 45 milímetros mínimos que necesita la especie para ser consumida y que en la vida salvaje supone unos 4 o 5 años. El inicio del proyecto precisa de una zona de alevinaje, que se podría instalar en un espacio no demasiado grande, pero luego la fase de engorde precisaría de la instalación de bateas o líneas de cultivo flotante. Para ello habría que buscar un punto en alta mar, preferiblemente en la Bahía, pero de no ser así se trasladaría a algún otro punto del litoral de la provincia.
Los tres socios dejan claro que no pretenden ser competencia para los mariscadores de la zona. Más aún, su empresa crearía empleo en el sector y además serviría para repoblar la zona con nuevos ejemplares. Además, su idea no es ofrecerlo fresco, sino comercializarlo como producto ‘gourmet’.
Se trata de un proyecto a medio plazo, y hasta que no de frutos, estos tres emprendedores también estudian ampliar su negocio con la cría de otras especies cuyo engorde precisa de menos tiempo, como la orteguilla, el carajo de mar o la oreja de mar. Sabores gaditanos muy apreciados en el resto de España y el extranjero.