‘Biológica Tecnología Microorgánica S.L.’ es una empresa dedicada a revalorizar subproductos del olivar, apostando por la conservación del medio ambiente en un marco de economía verde circular.
¿A qué se dedica la empresa?
La empresa da valor a los alperujos, alpechines y orujillos que se producen del proceso de fabricación del aceite de oliva. Potenciamos su valor económico como productos transformados en bioestimulantes. Además potenciamos la economía verde circular.
¿Qué tipo de productos/servicios ofrecéis y quiénes son vuestros clientes?
Nosotros además de producir en España e Italia, somos los distribuidores oficiales de la tecnología con la que se lleva a cabo el proceso de compostaje. Proporcionamos a este sector una herramienta única y novedosa además de ser exclusiva en el mundo.
En principio, nuestros potenciales clientes son las almazaras, ellas poseen el alperujo, paté y otros subproductos que empleamos en la elaboración de nuestro compost.
Al ser una actividad que requiere de autorizaciones ambientales para su correcta puesta en marcha, BTM Simbiosis, cuenta con un departamento que hace las labores de Project Mangement y ejecuta proyectos llave en mano.
¿En qué se diferencia vuestro producto/servicio al que ofrecen otras empresas del sector?
Es evidente que BTM Simbiosis aplica una tecnología de carácter exclusivo, pero más que vernos como diferentes, diríamos que somos una empresa perfectamente complementaria para las ya existentes que se encargan de la gestión de esos alperujos… etc.
¿Cómo y cuándo surgió la idea?
En Italia. La empresa surge como una spin off de la Universidad de Pisa, siendo el Alma Máter del proyecto Marco Nuti. Llevan compostando alperujos, orujillos… etc desde el año 1975. Durante la visita de uno de mis socios, José, a una feria en Roma, se produjo un encuentro con el propietario de BTM S.R.L. Luca Andrisano y ambos coincidieron en que donde de verdad había un gran mercado donde llevar a cabo la implantación de esta tecnología es en Andalucía, con más del 35% de la producción de aceite de oliva. Tras esta circunstancia nos reunimos tres de los socios que formamos el negocio en Montoro (Córdoba) en la Feria del Olivo del año 2016 y hasta aquí.
¿Qué os impulsó a emprender?
Podemos decir que surgió todo como el amor a primera vista. Se juntaron tres piezas de un triángulo que nos ha hecho emprender, con nuestra dificultad, pero la gran importancia de nuestro proyecto y la cantidad de alternativas que presentamos nos hacen que emprendiéramos.
¿Cómo os ha ayudado Andalucía Emprende y cómo valoráis su apoyo?
Por el momento, hemos sido finalistas por Córdoba en el año 2018 de los Premios Andalucía Emprende. Esperamos que a partir de este momento, Andalucía Emprende se haga eco de la gran importancia de nuestro proyecto y por lo tanto nos ayude más a conseguir nuestras metas.
¿Qué nuevos objetivos os habéis propuesto a partir de ahora?
El objetivo primordial era tener nuestra propia instalación y así ha sido. Contamos con una planta de compostaje en alquiler y esperamos muy pronto estar metidos en una propia.
¿Qué consejos darías a las personas que están pensando en emprender en este sector?
Que definan bien las bases de su proyecto, que doten de estructura empresarial al mismo y que no tengan miedo a emprender, es un camino duro pero cuando poco a poco vas logrando objetivos, te vas dando cuenta que merece la pena y cuando echas la vista atrás, te das cuenta de que verdaderamente merece la pena.
