El consejero de Economía, Antonio Ramírez de Arellano, en Comisión parlamentaria.

El consejero de Economía presenta en Parlamento los objetivos de este plan, que pretende que las exportaciones alcancen el 20% del PIB en 2020

El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha destacado que la V Estrategia de Internacionalización de la Economía Andaluza impulsada por la Junta de Andalucía contempla, entre otras medidas, la puesta en marcha de incentivos directos a las empresas para desarrollar acciones de promoción en mercados exteriores.

Ramírez de Arellano, que ha informado en Comisión Parlamentaria de los objetivos de este nuevo plan, ha indicado que esta hoja de ruta se basa en la idea de “que si queremos tener una economía estable y con empleo de calidad no podemos vivir solamente del mercado interior”, de manera que apuesta por “diversificar los riesgos en otros países y ampliar la cartera de productos, contribuyendo a hacer sostenible nuestra economía”.

Se trata, ha añadido, “de internacionalizar la economía, que es más que mejorar el volumen de exportaciones, puesto que implica que nuestras empresas den un paso adelante y se adentren a establecerse en otros mercados extranjeros, atrayendo inversión para nuestra tierra”.

La V Estrategia de Internacionalización de la Economía Andaluza, consensuada con los agentes económicos y sociales, se enmarca en el Acuerdo para el Progreso Económico de Andalucía, que incluye un apartado especialmente dedicado a la internacionalización como factor decisivo en el modelo de crecimiento competitivo.  Asimismo, se desarrolla en el marco de La Estrategia Europa 2020, La Estrategia para la Competitividad de Andalucía 2014-2020 (Agenda por el Empleo) y la Estrategia de Investigación e Innovación para la Especialización Inteligente de la economía andaluza (RIS3).

El plan, ha explicado el consejero, prevé unos recursos financieros de 289 millones de euros y se plantea en seis grandes objetivos, entre ellos, incrementar el peso del sector exterior en el PIB al 20%, alcanzando las 20.000 empresas exportadoras, 5.000 exportadoras regulares y llegar a 25.000 millones de euros en exportaciones no energéticas.

En este ámbito, se persigue la incorporación de nuevas empresas a la actividad exterior, integrando a los emprendedores desde su inicio en las estrategias internacionales y diseñando programas específicos para nuevas empresas, entidades de economía social y autónomos.

Para ello, contempla programas de apoyo financiero, a través de fondos e incentivos reembolsables con auxilio de intereses, y medidas para fomentar la inversión exterior, mediante un programa de apoyo directo a la implantación de las empresas en el exterior.

Como segundo objetivo, se plantea fortalecer el tejido empresarial y la innovación, fomentando redes de cooperación estratégicas y programas de impulso a sectores concretos, como el de proyección internacional de clústeres (aeronáutico, naval-marítimo, etc.); y el de fomento de la cultura de la internacionalización.

Sostener y generar empleo de calidad

En tercer lugar, se pretende sostener y generar empleo de calidad, llegando a alcanzar los 425.000 empleos vinculados a la exportación, con programas que van desde la formación de alumnos y profesionales en la Universidad y otras etapas de la enseñanza, para dotarlos de experiencia en el exterior, hasta incentivos a las  empresas para incorporar personal especializado en un ámbito generador de empleo de calidad.

Entre los objetivos destaca también la diversificación geográfica de las exportaciones, de manera que en 2020 al menos la mitad de las exportaciones andaluzas tenga como destino mercados de fuera de la Unión Europea.

Igualmente, se pretende la ‘Atracción de Inversión Directa Extranjera’, con acciones de promoción hacia una serie de países y sectores considerados prioritarios y una estrategia de acompañamiento y estímulo a la inversión nueva y consolidación de la realizada.

Finalmente, el plan fija como objetivo impulsar los servicios de información, gestión y evaluación de la internacionalización, profundizando en la evaluación y seguimiento de políticas públicas, avanzando en transparencia y detectando nuevos ámbitos de actuación.

Crecimiento de las exportaciones

Durante la intervención, Ramírez de Arellano ha recordado que el peso de las exportaciones prácticamente ha duplicado su peso en la economía, al pasar del 9,7%  en el año 2009 al 18,2% en 2014. En el año 2015, Andalucía presenta un mayor equilibrio en su balanza comercial total, cuyo déficit interanual se ha reducido en un 61%, situándose en 1.637 millones de euros.

En este sentido, el titular de Economía ha explicado que gran parte del petróleo y otras materias energéticas que España compra entran por los puertos de Andalucía y computan en su balanza comercial, aunque van destinadas a abastecer al resto del territorio nacional. Por ello, “si se analiza la balanza no energética a falta de los últimos datos de diciembre, Andalucía presenta un superávit comercial no energético en 2015 (enero-noviembre) de 7.945 millones de euros, gracias al crecimiento interanual del 3,3%”.

El sector agroalimentario y bebidas acapara uno de cada tres euros exportados por Andalucía en 2015 (8.312 millones), con grandes posibilidades de crecimiento en nuevos mercados.

En productos tecnológicos e industriales, la factura exterior crece de forma notable en los últimos años, con sectores como el aeronáutico, que ha triplicado su factura exterior en la última década, y siendo hasta noviembre de 2015 los principales impulsores de la buena marcha de las exportaciones no energéticas.